Resumen
En este documento busco esclarecer las nociones que da
San Agustín a los conceptos de fe, Verdad, conocer e intento descubrir de qué
forma se distancia de las posturas principalmente platónicas. De forma tal que,
para él, la fe es un don que faculta al ser para poder comprender a Dios de
manera individual y personal. La verdad para san Agustín coincide con la idea y
con Dios porque hacen parte del mundo eterno, intangible, e inmutable. Conocer
implica un proceso mediante el cual el alma humana que esta presa en el cuerpo
consigue en su interioridad la iluminación de Dios, para conocer las ideas. Y
de esta forma ver que Dios es el soporte de las ideas.
El Papel de
la fe y la razón en San Agustín de Hipona
El hombre tiene como parte de su naturaleza el
curiosear acerca de las cosas que le rodea. Anhela por necesidad conocer,
saber, desea conocer qué son las cosas. Realmente le importa conocer la verdad,
no quiere, o mejor, no le agrada toparse con la mentira. Este
deseo de conocimiento y saber, podríamos denominarlo como una elaboración ordenada
que pretende dar una justificación acerca de la forma en que se concibe el
mundo, de su forma de relacionarse con él, de sus creencias en él y con él, y en
la que el hombre logra conseguir el conocimiento bien sea por medio de las
opiniones acerca del mundo, o por el camino de la episteme que, en palabras de
Platón, lo llevaría al conocimiento de las ideas.
Esta
construcción o elaboración ordenada que busca dar respuestas a las cuestiones
de fe y razón propias de la Edad Media, poniendo a la segunda al servicio de la
primera. muestra en el pensamiento de
San Agustín, como veía el mundo, su relación con él. Es de considerar que, para
él, existen dos grados o niveles de realidad. En esto demostramos la similitud
en el pensamiento Platón. Para quien existe dos mundos, el sensible y el
inteligible o de las ideas. El mundo sensible es el mundo de las cosas finitas
y particulares, que se llena de reflejos o copias de las ideas, el hombre las
conoce por medio de los sentidos. El mundo de las ideas es el de la eternidad,
modelos o arquetipo y es conocido por la razón del hombre. Conocer para platón
se trata de poder llegar al mundo de las ideas por medio de la abstracción.
El
hombre conoce el mundo eterno por el alma, sino que, al nacer, se olvida del
mundo de las ideas. Entonces Platón sugiere que por medio de la reminiscencia
ella, presa del cuerpo recuerde su conocimiento antes de estar sujeta al
cuerpo. De acuerdo a la cita empleada por Antéseri y Reale (2007) San Agustín
parece no estar de acuerdo con que el alma pase por un proceso de recordación
del mundo de las ideas. Acerca del concepto de reminiscencia de Platón, podemos
decir que es un camino del alma para llegar al conocimiento verdadero de las
ideas. El alma que, según Platón, antes de caer presa accidentalmente en el
cuerpo del hombre, ya conocía el mundo inteligible, para liberarse del cuerpo
necesita “recordar ese conocimiento anterior del mundo eterno. Para San
Agustín, la verdad se explica por la presencia de Dios que ilumina el alma
humana, que para conocerle debe ser: pura (Reale, 2007) .
Juntos
asumen una realidad cambiante, creada finita, gobernada por los sentidos y
donde el conocimiento no es de fiar, y una realidad superior, inteligible a la
cual se llega por medio de la razón y en la que el conocimiento de la Verdad es
posible, pues se conoce las ideas en esencia.
El
concepto acerca de hombre en Platón, está compuesto de alma y cuerpo, siendo este
la cárcel de aquella. El alma que se une
al cuerpo de forma accidental y es, ante todo, inmaterial, incorruptible,
eterno. Mientras que el cuerpo es, material, finito, corruptible. En cambio, en
San Agustín, el hombre tiene tres partes y no dos como en Platón. Se trata del
cuerpo y alma, conceptos similares a los del griego, pero asume que también es
dueño de espíritu. En cuanto al cuerpo comparten
el rechazo, pero con el alma humana hay que decir que San Agustín, la tiene
como el punto de encuentro con Dios, y por medio del alma racional es que se
distingue del resto de la naturaleza (Gilson, 2007, pág. 121) .
Según
(Svensson, Scientia y sapientia en De Trinitate XII: San Agustín y las
formas de racionalidad, 2010) en el pensamiento de
San Agustín existe una evolución en la
que primero hace una dicotomía del alma en dos partes: racional e
irracional. para poder explicarlas, lo
hace por medio de una alegoría en la que muestra a la mujer como anima y al
hombre como espíritu. No se trata de poner diferencias entre uno y otra, sino
que consiste en la explicación de dos habilidades (partes) del alma
contemplación y administración. Contemplación de las ideas que, como ya
dijimos, son eternas, inmutables y necesarias, sabiduría que hace referencia al
conocimiento teórico; Administración de las cosas sensibles que son cambiantes,
contingentes y no necesarias o temporales, ciencia, de conocimiento práctico.
(P.90).
Dios, en palabras de San Agustín es:
“La Luz interior”, que ilumina el camino interior del hombre para que conozca
la verdad. La razón conoce las cosas
temporales por medio de los sentidos y las inmateriales por medio de la
iluminación de Dios que está presente o se descubre en la interioridad del
hombre.(Svensson, Scientia y
sapientia en De Trinitate XII: San Agustín y las formas de racionalidad, 2010) La verdad consiste
en la presencia de Dios que ilumina nuestra alma y su descubrimiento se da en
la interioridad y requiere de una actividad del alma donde Dios construye e
instruye.
San Agustín, a diferencia de los escépticos que
pensaban no se podía conocer la verdad con certeza, piensa que si es posible. Para
él, es necesario partir de la fe lleva a creer y esto la conduce a entender lo
que no es temporal para llegar a la explicación del mundo temporal. (Svensson, 2011) Por tanto, recurre a
la teoría de la Iluminación según la cual Dios vendría a ser la luz que permite
al alma conocerle por medio de la contemplación. Las ideas en Platón, son eternas y viven el mundo inteligible. Para
San Agustín, las ideas son como arquetipos o razones eternas que dan sustento a
todas finitas y están en la mente de Dios creador que las sostiene.
La Razón
es una facultad que conduce al conocimiento. La inteligencia encuentra y
conduce al hombre al entendimiento de las cosas eternas y la fe busca
comprender por medio de la fe, las verdades iluminadas por Dios en el interior
del Alma humana. Dios ilumina, pero lo que el hombre conocer no son las ideas
en esencia, sino que se trata de unos reflejos que de alguna manera se acercan
a la realidad Eterna de Dios, que se revela además como la medida superior de
todo y de orden (Reale, 2007, pág. 161) . Conocer a Dios es
conocer al mismo hombre en su interioridad.
Razón
y fe entonces pueden ser considerados como dos caminos que conducen a la
Verdad, se exige la necesidad de que coincidan, pero en caso contrario, se
lleva a considerar este hecho como un error de la razón por lo que se ha de
seguir a la fe mientras se logra reconciliar una con la otra. Por tanto, el
saber teológico de Agustín es más importante que el saber filosófico. Considera
una relación entre ambas.
El
método de conocimiento de San Agustín se basa en dos partes. La colaboración entre fe y razón, por medio
de la cual es racionalmente posible creer, la razón indica al hombre que debe
tener fe, porque es capaz de entender las realidades eternas e infinitas, que
los sentidos no logran comprender. El segundo consiste en que el hombre se
vuelva sobre sí mismo para que en su interior sea capaz de hallar la verdad,
que está dentro de sí.
San
Agustín, consideraba que entonces el hombre actuaba o hacia el mal, como una
privación del bien. Es decir, que el mal
no es una realidad, sino que es más una ausencia del bien, por lo que el hombre
no sabe qué es el bien y por tanto actúa de forma errónea.
Al
encontrar la verdad de si, se dio cuenta de que existe, vive y conoce y lo que
sabe es que hay una realidad que ilumina su camino a la verdad llamada Dios.
Las cosas necesitan para san Agustín de una realidad superior que las sustente,
que sea eterna e inmutable, pero en lugar de las ideas, pensara que se trata de
Dios.
Referencias
Gilson, E. (2007). Historia de la
Filsofía Medieval . México: Gredos.
Reale, D. A. (2007). Historia de la Filosofía.
Bogotá: San Pablo.
Svensson, M. (2010). Scientia y sapientia en De Trinitate
XII: San Agustín y las formas de racionalidad. Teología y vida, Vol LI,
79-103.
Svensson, M. (2011). Fe y razón en el campo práctico-político.
Un estudio desde la correspondencia en San Agustín con Autoridades Públicas. Teologia
y vida, vol LII , 229-244.
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