viernes, 7 de octubre de 2016

PARMÉNIDES

Filosofía Antigua / Historia de la Filosofía Antigua
Ficha de lectura

Nombre del estudiante: Milton Guiovany García Díaz

Ficha bibliográfica:
Autor: W C Guthrie
Título: Historia de la Filosofía griega
Datos bibliográficos: Editorial Gredos, Año 1993.

Objetivos:

Identificar las principales ideas de Parménides acerca del ser y su idea de la verdad establecidos a partir de su poema. Al mismo tiempo, se trata de conocer las diferencias establecidas acerca de los problemas epistemológicos estudiados por Parménides y sus sucesores.

Tesis:

El ser es eterno, inengendrado e imperecedero
El ser como continuo e indivisible
El ser es inmóvil y no excede los límites
Llegar a ser, el cambio de lugar y cambio cualitativo son expresiones vacías
La forma del ser es como un balón

Sustentación:

El ser es eterno, inengendrado e imperecedero

De lo que no es no puede nunca surgir lo que es y la vía del no ser es improbable y no es confiable y digna de seguir para llegar al conocimiento de la verdad. (Guthrie, p.40)

El término adoptado por Guthrie (1993) (ésti) designa lo que de manera cotidiana el hombre emplea para nombrar a lo que existe (p,42). Pero además aclara entre dos acepciones del término. A saber, el nominal y el existencial de forma que:

“Parménides propugna que este significado propio es la existencia y apoyándose en este supuesto extrae una serie de conclusiones que socavan la concepción universalmente aceptada del mundo real… es eterno, inmóvil, uno y continuo y el pasado y el futuro carecen de sentido para él” (p,42)

Para demostrar la característica del ser como inengendrado Guthrie (1993) plantea que Parménides formula el postulado de que lo que no es no puede ser adjetivado y que lo que no es posible que algo sea generado o creado a partir de la nada, no existe, porque todo lo que existe en la realidad el ser a pesar de la experiencia que se presenta diversa y cambiante a los sentidos.

La imposibilidad de que la realidad sea variada y cambiante para Parménides no es una posibilidad debido a que el ser es y la nada no es, por lo cual solo puede haber un ser único. Si hubiera varios seres entre ambos existiría entre ambos cabría la posibilidad de que la nada fuera, pero la nada no es, con lo cual no puede considerarse que exista una diversidad de seres. Pero, además, el ser es increado. Si lo fuera, antes de ser creado existiría la nada, porque “es imposible que lo que es no puede haberse originado partiendo desde los límites de lo que no es. Por lo que lo real además de ser eterno, es único” (Guthrie 1993, p.44).

Aristóteles acota el dilema de la multiplicidad de las cosas afirmando que: lo que es no deviene, pues ya es y nada pudo llegar a ser a partir de lo que no es (Guthrie 1993, p.44). El ser debe ser eterno, increado, es decir que el cambio no está contemplado para la realidad del ser. No puede ser una cosa y mutarse para convertirse en una nueva.

La realidad eterna y una, no puede ser nunca la gestora de un cosmos variado (Medina ,1993). Aun cuando la experiencia sensible nos demuestra la existencia de muchas cosas, la mente no demuestra que solo hay una realidad, el ser. De esta forma, Guthrie (1993) afirma que:
El ser como imperecedero es demostrado a partir de la afirmación del ser y la negación al no ser, pues si no fuera, principio y fin sería cualidades que le acompañan, y si los tuviera implicaría que la nada antes o después de este marcaría los límites del ser, lo cual no es aceptable a los ojos de Parménides” (p,43).

Dos son los caminos en los que el hombre se encuentra para conducir su vida (sensible y el inteligible) y Parménides considera que solo el del ser es el que conduce al reino de la diosa que le conduce y le da a conocer la verdad (Guthrie, 1979). Para él las dos vías son el ser y el no ser, siendo aquel el camino para llegar al conocimiento de la verdad. Solo existe el ser, el no ser no es posible.  Parménides establece claridad acerca de los conceptos sensible e inteligible, tiempo y eternidad, eterno y perdurable es considerado como uno de los logros más sobresalientes de Parménides. Las cosas particulares, percibidas por los sentidos son solo opiniones o ilusiones de los sentidos. Pero cuando hablamos de la categoría del ser como eterno, pasado y futuro son conceptos que no encajan en el campo de la eternidad que Platón le adeuda a Parménides:

“La mayor madurez de pensamiento de Platón y sus expresivos dificultan valorar adecuadamente su deuda con el hombre que tuvo, por vez primera, la clarividencia intelectual   de decir “de lo que es”: «No fue en el pasado, ni deberá ser aún, puesto que ahora es, todo a la vez.» (Guthrie 1993, p43).

El ser como continuo e indivisible

Las ideas de Parménides respecto a las ideas de Heráclito parecen estar en oposición. El primero, alaga la facultad que tiene la mente para hacer presentes las cosas lejanas lo que los sentidos no pueden hacer ya que estos solo son capaces de conocer lo que se les presenta en la experiencia, por lo que solo perciben realidades equivocas. Pero en Parménides la realidad consiste en un todo único y continuo, que no depende de otras cosas y no ha sido creado. (Guthrie, p.46).

La continuidad e indivisibilidad radica en la decisión entre el no ser y los grados del ser que en palabras de Guthrie (1993) al considerar que Parménides establece un continuo indiferenciado que se basa en la idea de que todo está lleno de lo que es y supone la ausencia de vacío entre alguna de las partes. Pero suponiendo que el ser tuviera partes, entonces, existiría la nada, pero como nada es no ser entonces, solo queda al pensamiento conducirse por la idea que el ser carece de parte alguna, que está fuera de los conceptos de cambio y tiempo.

El ser es inmóvil y no excede los límites

El ser no tiene principio ni fin y no se mueve, permanece estable y firme. Se trata entonces de que tanto el movimiento como el cambio no son posibles para el ser en Parménides, pues las cosas al cambiar pasan a ser otra diferente y no pueden ser sujeto del conocimiento. El movimiento no es posible, porque el paso del ser a no ser, implica un movimiento, un estar sujeto al cambio, al ir de un lugar a otro, lo que Guthrie (1993) denomina como la imposibilidad de kínesis (p.50) refiriéndose con ello a la necesidad que tiene el ser como inmóvil. Si fuera móvil, tendría cambio o movimiento lo que va en contra del ser. De esta forma Guthrie (1993) considera:

Pero, inmóvil en los límites de poderosas cadenas, es
sin principio ni fin, porque el llegar a ser y el perecer han sido apartados
muy lejos y la fe verdadera los ha rechazado. (29) Permaneciendo lo mismo
en el mismo lugar, yace sobre sí mismo y, así, permanece firme donde está;
ya que la poderosa Necesidad lo tiene en las envolventes cadenas que lo rodean
por todas partes, (32) porque no le es lícito a lo que es poder ser incompleto;
ya que no se encuentra en situación de carencia; pero no siendo, carecería
de todo. (p,48).

“Su lógica llevó más adelante aún el concepto de movimiento y cambio y le negó validez en todas sus formas” (Guthrie, 1993, p.51)

            Lo que tiene límites es incompleto y la realidad no puede serlo, entonces el ser no tiene límite alguno. Este pensamiento tuvo gran importancia en Platón, evidenciados por Guthrie (1999) en dos ejemplos: el Fedón en el que el hombre está en potestad de conocer la realidad no cambiante (el ser) únicamente con la mente; el Timeo en el que la forma de conocer se da por medio de la mente y el raciocinio (p.53).

Llegar a ser, el cambio de lugar y cambio cualitativo son expresiones vacías

             Es imposible pensar que no haya pensamiento sin objeto que exista. El sujeto aprehende algo existente, que faculta el pensamiento, de forma tal que, por la inexistencia de él, el pensamiento no sería. El pensamiento exige la existencia de lo real para lleva a cabo su realización, desarrollo o expresión.

Llegar a ser, ser creado o parecer implican un movimiento, un cambio de cantidad o cualidad, lo cual en términos de Guthrie (1999) son cambios imposibles para lo que es el ser.  El hombre ha nombrado el ser de forma equivoca y no significa nada más que el ser, solo es una representación sin significado o equivalencia del ser, lo cual no implica que exista un conocimiento de este, pues son referencias hechas al mundo de la experiencia que no pueden emplearse para designar un objeto real. (p.55). (Guthrie, 1993)

La forma del ser es como un balón

No se trata de que el ser posea una masa física, sino que se trata de un simbolismo, un lenguaje metafórico para explicar por qué el ser permanece inmóvil en términos de Guthrie (1999) se trata de: “que la realidad se compara con una esfera, simplemente porque no hay nada verdadero de la misma en un punto o en otro que no sea verdadero en cualquier otro lugar” (p59).

Guthrie (1999) cita a Platón en el Teeteto para demostrar hace referencia a que el ser permanece dentro de sus límites porque carece de espacio y tiempo para tener movimiento.

La idea de la redondez o esfericidad del ser es una idea que nutre las ideas de occidente. Ejemplos de ello son citados por Guthrie (1999): para los griegos causaba asombro el hecho de que una el circulo volviera sobre sí, Alcméon veía una conexión con la vida, otros la relacionaban con la perfección. Desde Platón y Aristóteles, hasta Copérnico, la ideas acerca del cosmos eran influenciados por esta idea de la esfereidad (p,61).


Comentario Personal
           
Es claro que el problema epistemológico planteado por Parménides acerca del ser consiste en demostrar las características de la realidad ontológica y desde ese campo, los principios lógicos como el de identidad y de no contradicción, según los cuales estoy de acuerdo, marcan una posible pauta para determinar la viabilidad de su demostración acerca del ser. Desde luego, estos principios considero que son bien formulados por este pensador, pues, no en vano, sus ideas han tenido una influencia marcada en la historia y son varios los pensadores que quizás tienen como fuente a Parménides.

Cabe aclarar que la obra aquí estudiada data de una parte de la historia en la que la “ciencia” y el pensamiento estaban centrados principalmente en asuntos y campos diferentes a los modernos. Sin embargo, con temor a errar considero que en juntas época los hombres buscan responder a los interrogantes de cada época, aun cuando se traten de objetos diferentes. A saber, Parménides buscaba demostrar el ser que se caracteriza, como hemos estudiado, por ser único, inmutable, eterno, como algo que no está sujeto a las categorías de espacio y tiempo, sino que es capaz de permanecer. En cambio, la ciencia moderna, según mi parecer, busca por un camino, no insensato desde los postulados permeneidianos, sino más bien algo más lento y arduo para el hombre, llegar al conocimiento de aquello que sea permanente en espacio y tiempo dentro de las teorías de su objeto de estudio.


Bibliografía:
García, J. D. (1979). Los presocráticos. México: Fondo de cultura económica.
Guthrie, W. K. (1993). La historia de la Filosofía griega. Madrid: Gredos.



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