Ficha bibliográfica:
Autor: Paul Oskar Kristeller
Título: Ocho filósofos del renacimiento italiano.
Datos bibliográficos (editorial y año): Fondo de
cultura Económico, 1996.
Objetivos: Identificar
las principales ideas respecto a la filosofía que desarrolló Francisco Petrarca
a lo largo de su obra durante en Italia como cuna del Renacimiento.
Tesis: Petrarca como autor ambiguo o un puente entre la Edad Media y el
Renacimiento.
Sustentación:
El estudio
de las ideas filosóficas durante el periodo en mención se ve restringido por
varias razones:
La
transición en los modelos de pensamiento y cambios históricos.
La escasa
literatura filosófica comparadas con obras de otros autores como Platón,
Aristóteles, San Agustín de Hipona o Santo Tomas de Aquino.
El estudio de algunos pensadores del humanismo
renacentista.
Es necesario hacer aclaraciones respecto a la
comprensión del termino humanismo entendido en el Renacimiento. para ello,
acude a dos términos: por un lado, el de humanista para referirse a los hombres
que se dedicaban al estudio de las humanidades (gramática, retorica, poesía,
historia y filosofía moral) cuya influencia en otros campos de la vida no se
dio de forma directa sobre aspectos como la literatura, el arte, etc. En cuanto
a su trabajo más que filosófico era literario debido a que los textos más
representativos del periodo están en las cartas y los discursos. Entonces los
aportes de los humanistas, según Kristeller (1996) “pocos fueron autores los
que hicieron una contribución directa a aquellas disciplinas filosóficas
colocadas fuera de su propio campo, como la lógica, la metafísica o la
filosofía natural. (P.15).
Al tratar de identificar un tema en común entre los
autores de la época, para Kristeller (1996) resulta una tarea ardua debido a la
gran diversidad que los pensadores desarrollaron frente a temas que muestran
tal vez un desinterés por los estudios filosóficos (P.6). lo que justifica el
hecho de que el humanismo de una u otra forma contribuyó en el desapego por la
filosofía. Los filósofos en la modernidad siguen escribiendo disertaciones y
tratados.
El primer gran representante del humanismo
renacentista en palabras de Kristeller (1996), es Francesco Petrarca según el
cual debe su gloria a los versos que escribió en latín e italiano,
caracterizados especialmente por la gran diversidad de formas y contenidos.
Un tercer grupo de textos corresponde con la
formación en humanidades que se recibía en la época dedicada a la filosofía
moral. En textos como el remedio de la buena y la mala fortuna, del conflicto
secreto de mis preocupaciones, develan de manera sutil el pensamiento filosófico,
que según Kristeller. (P.18). no pueden considerar como tendencias o
aspiraciones más que ideas filosóficas. Las críticas hechas a filósofos se
basan en cuestiones subjetivas más que en razones objetivas. Pero a pesar de
ello se le reconoce el oponer al medioevo el estudio del mundo clásico (P.19).
Lo cual llevó a Petrarca a anhelar el orden político. Entre los poetas, admira
a Virgilio y Séneca. De este último, parece retomar el carácter escéptico
frente a los problemas tratado durante la escolástica, junto con la declamación
moral, ideas sobre la muerte (P.20).
De Cicerón
retoma la forma de escribir los diálogos y el conocimiento de la filosofía
griega, aunque fuera por referencias latinas en palabras del autor, Petrarca
desarrolló un interés por las ideas griegas que le llevó a conocer la teoría
platónica de las tres partes del alma, y adoptar como fin del hombre el
purificar el alma liberándola de las pasiones. (P.21).
En cuanto a las ideas de la ética Aristóteles, en
palabras de Kristeller (1996). sospecha que es superior a las traducciones y
comentarios hecho en la Edad Media (P.23). y sugiere que, para llegar a las
ideas más cercanas del estagirita, sería mejor conocer sus textos de primera
mano y no por medio de las traducciones escolásticas.
Su postura frente a las ocasiones en que la
filosofía y religión entran en conflicto, abogará por la segunda. (Kristeller, 1996,
P.24). debido a la preeminencia de la fe que profesa. Hecho que demuestra en
las obras el secreto, la meditación sobre la muerte, de los remedios de la
fortuna. En el ocio de los monjes hace un llamado a vivir desde una vida
sencilla los preceptos de la fe. En palabras de Kristeller se trataba de considerar
el humanismo renacentista como una forma de rechazo al escolasticismo como
intento de conciliar la fe y la religión.
En cuanto a los textos cristiano que les apetecían a
los humanistas del renacimiento desde luego se hayan los textos de los padres
latinos, más que de los escolásticos cuya influencia tuvo grandes aportes de
Aristóteles.
Otro aspecto que resalta Kristeller(1996). Consiste
en la elección de la carta como género literario que le permitirá desarrollar el
carácter subjetivo en la mayor parte de la obra de Petrarca, lo que es un
distintivo entre los humanistas renacentistas.
Petrarca hace una crítica a la fama que buscaban en
el renacimiento, además, de ello Kristeller (1996). Resalta el afecto
desarrollado por los viajes, hecho que es plasmado en una de sus cartas
escritas acerca de la subida al Mont Ventoux. En la que según este autor se
hace una descripción del hecho diferente a una anterior realizada por Buridan
quien también describe de otra forma este mismo hecho. El segundo subió con
intereses meteorológicos, mientras que el primero buscaba su deleite
personal.(P.28).
Otra idea que paso al hombre moderno como sugiere
Kristeller(1996). es el gozo por un mundo bohemio en el que la soledad y la
melancolía están a la orden del día. Hecho que respalda por los hallazgos en
las obras de la vida solitaria no al estilo medieval sino a la manera de un
sabio erudito que se aleja a la campiña donde puede dedicar tiempo a escuchar
sus ideas, donde puede leer con detenimiento sin mayores interrupciones (P.28).
De igual forma que la soledad era apreciada por
Petrarca, la melancolía plasmada en su obra Secretum, muestra cómo al parecer
este era un estado de ánimo al que regularmente se caía en el que la acidia pasa
a ser entendida como un coctel entre dolor y placer y no tanto como en la Edad
Media que era considerada un sinónimo de pereza.
En cuanto a las cuestiones filosóficas Petrarca
establece que la filosofía debería preocuparse de cuestiones y problemas del
hombre hecho que atribuye Kristeller (1996) a la consideración de la filosofía
aristotélica como productoras de cuestiones: “inútiles y olvida el problema más
importante, el alma” (P.30). esto marco la pauta para el desarrollo del canon
de estudio conocido como humanitatis pues eran los que en su tiempo resolvían
los problemas que tenía el hombre.
Las relaciones entre fe y razón son resueltas desde
el Agustinismo en el que la filosofía tiene como principal propósito demostrar
las verdades teológicas. Para llegar a la salvación solo son necesarias dos
cosas conocer a Dios y llevar una vida virtuosa, no son necesarios los
conocimientos del mundo de la física propuestos por Aristóteles y rescatados
por santo tomas en la escolástica.
El autor concluye la fórmula empleada por Petrarca: sabiduría
platónica (Cultura clásica), dogma cristiano(fe) y elocuencia ciceroniana
(ataque al escolasticismo). Lo viejo y lo nuevo en Petrarca están entretejidos
(P.33).
Comentario Personal:
Entre las líneas expuestas acerca de Petrarca como
autor punto en el que confluyen aspectos anteriores y se generan nuevos,
Kriteller (1996). Muestra, por una parte, lo nuevo del pensamiento y sus
influencias tales como la soledad, la melancolía, la elección de la carta como
género literario que le permitió el desarrollo subjetivo y personal de sus
ideas; por la otra hace referencias a las ideas del mundo clásico como la
doctrina de platón frente al alma y de san Agustín de la salvación que acogió
dentro de sus textos, y el gran aprecio de Cicerón y el rechazo por la doctrina
aristotélicas y escolástica. Este hecho que marcó las pautas para el
Renacimiento y el mundo moderno.
Por más que se dé la secularización,
es un hecho bastante evidente que las relaciones entre la fe y la razón son
bastante difíciles de separar por lo menos es lo que demuestra Kristeller
(1996). Cuando habla de Petrarca como su interés de conocer aquellas cosas que
le ayudan a dos cosas: solucionar los problemas que tiene el hombre y la salvación
del alma.
Sin desmeritar la importancia de Petrarca como uno
de los precursores dentro del renacimiento, su postura de rechazo tendrá
opositores o detractores que verán más adelante la necesidad de ampliar sus
sendas del conocimiento para lo cual empleara diversidad de método e ideas.
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